SABIDURÍA PRÁCTICA

Además de la sabiduría sophia, para que la mente del hombre esté bien equipada, la persona requiere otros dos tipos de sabiduría: Phronesis y Sunesis.

 

PHRONESIS: Usualmente se traduce “prudencia”. La diferencia básica entre sophia y phronesis estriba en que sophia trata de las cosas eternas, las cosas de arriba; mientras que phronesis trata con las cosas de abajo: vida, conducta y acción del hombre.

 

Aristóteles la definió como “la verdad que se interesa en la acción y relación de las cosas que son buenas para los seres humanos (Etica a Nicómaco 1140b 20). También decía que es “una virtud de la mente, mediante la cual los hombres toman decisiones sabias sobre las cosas que son llamadas buenas o malas en relación con la felicidad” (Aristóteles, Retórica 1366b 20). Para él, phronesis se ocupa con todo lo que está sujeto a cambio.

 

Plutarco define phronesis como “esa virtud que considera lo que debe hacerse y lo que no” (De Virt. Mor. 440 sigte). Platón decía que phronesis es la “disposición que nos permite juzgar qué es lo que nos conviene hacer y qué lo que conviene evitar” (Definiciones 4.11). Cicerón define phronesis – que él traduce prudentia – como “conocimiento de las cosas que deben procurarse y de las que deben evitarse”. Filón dice que phronesis se ocupa de la ordenación de la vida humana.

 

SUNESIS: Se traduce “inteligencia”, entendimiento”. Significa literalmente “unión”, “encuentro”, “confluencia”; es la facultad de unir por parejas. Tucísidides dice que es la evaluación inteligente de una situación que da fundamento y fuerza al coraje (valentía). Es tener desarrollada la facultad del juicio.

 

Vemos que sunesis es crítica, es decir, es la facultad de distinguir entre las diversas formas de acción posibles según los diferentes valores de las cosas y las diversas situaciones y relaciones que se dan entre la gente. Es la habilidad de probar, distinguir, criticar, evaluar y formar juicios. La sunesis une en pareja a toda acción, que se tome hoy, con la consecuencia que traerá a futuro esa acción.

 

El valor de todo esto radica en que el hombre realmente sabio tiene sabiduría de las cosas eternas y también sabiduría práctica para manejar las cosas terrenas. La Biblia ve al hombre como un todo, que es sabio en los asuntos de la eternidad y eficiente en los asuntos del tiempo.

 

El hombre que posee sophia es llamado sabio. Al que posee phronesis se le llama prudente; y al que sunesis, inteligente o entendido. El cristiano es las tres cosas: tiene la visión de conocer a Dios; dispone también del conocimiento práctico para convertir esa visión en acción y, además posee el sano juicio para escoger la forma de acción idónea que le permitirá alcanzar su objetivo. El cristiano es, a la vez, hombre soñador y también de acción.

PRINCIPIOS DE DOMINIO PROPIO

 

Los varios poderes dados por Dios al hombre son susceptibles de ser abusados; su utilización correcta demanda el poder controlador de la voluntad bajo la operación del Espíritu Santo.

PRINCIPIOS DE PRODUCTIVIDAD

Nos impele a trabajar en nuestro carácter para que entonces podamos llevar a cabo una actividad para servir en el campo natural o espiritual.

PRINCIPIOS DE ADMINISTRACIÓN

El énfasis de la palabra administrar está en “un modo de tratar los asuntos que se nos delegan” en la familia, la casa, los negocios, la propiedad y otros.