COMENTARIO
Proverbios 25:3 dice: “Un empleado fiel es tan refrescante como la brisa en un día caluroso de verano” Vemos pues el concepto de fidelidad como responsabilidad.
La responsabilidad es una cualidad que va de la mano con la fidelidad y se manifiesta como la habilidad de rendir buenas cuentas, ser diligente y gozar de la confianza de los demás. Que confíen en nosotros significa que las personas “viven con fe, con-fiar” en nosotros. Salomón dijo que este tipo de personas “refrescan tanto como un día de brisa en época de verano”.
Asumir retos, vivir con el placer de los logros cumplidos y tener capacidad de servicio son cualidades que identifican a un líder que responde a un llamado interior para ser pilar de proyectos y causas importantes.
Las personas responsables tienen dos factores motivadores que surgen de su carácter y las distingue de los demás:
El primer factor es que asumen toda tarea observando comportamientos constantes y correctos, de acuerdo a principios; incluso por encima de sus intereses personales y demostrando que son buenos en lo que hacen. Aquí una experiencia:
En cierta ocasión solicité un empleo en una estación de servicio y quien me entrevistó preguntó ¿Por qué cree que debo emplearlo? ¿Ha trabajado vendiendo gasolina? Contesté que no y siguió preguntando ¿Ha cambiado aceites? Dije no ¿Ha cambiado llantas? No ¿Por qué razón debería contratarlo entonces? Y le dije porque soy digno de confianza y puedo aprender. El empleador me miró y dijo: nunca he contratado a alguien como usted, así que voy a pensarlo. A la mañana siguiente regresé y el hombre me dijo: He decidido contratarlo porque nunca había conocido a un hombre como usted que dijera “puede confiar en mí y puedo aprender”. Y le respondí: Durante las primeras dos semanas págueme lo que quiera, no le voy a preguntar cuánto, lo que usted considere que valga mi trabajo, y luego decidiremos si continuo trabajando para usted. Este es en resumen todo el asunto: Queremos que confíen en nosotros y probaremos que somos dignos de confianza.
Tienen una gran fuerza interior que reafirma su valía y los hace dignos de confianza para asumir cargos de liderazgo. Viven en un mundo de fidelidad, sirviendo a otros y construyendo su nombre y su legado.
El segundo factor de motivación es que disfrutan de los logros alcanzados, incluso sin beneficio propio. Tal es el caso de un millonario quien podría vivir sin trabajar porque ya lo tiene todo, y bien podría dedicarse a viajar o irse de pesca, sin embargo, prefiere continuar al frente de sus negocios y trabajar todo el día.
Asumir retos, vivir con el placer de los logros cumplidos y tener capacidad de servicio son cualidades que identifican a un líder que responde a un llamado interior para ser pilar de proyectos y causas importantes.
Jesús es un ejemplo vivo de responsabilidad, fue un verdadero servidor: no tenía nada que ganar para sí mismo y entregó su reputación a cambio de construir su nombre; fue humillado y rechazado para ganar nuestra confianza. Estaba motivado pura y verdaderamente desde su interior, él vio lo que éramos y asumió la responsabilidad para asegurarse de que tuviéramos la oportunidad de ser lo que podíamos llegar a ser.
El Padre lo envió a cumplir una misión porque podía confiar en él y todavía es “tan refrescante como un día de brisa en el verano”. Nosotros también seremos escogidos y enviados a cumplir una misión cuando demostremos ser verdaderamente responsables.