FUNDAMENTOS PARA LIDERAZGO DE INFLUENCIA 8. CRÍTICA

18
Ago

COMENTARIO

 

Principio sobre la Crítica, basados en los proverbios 15, versículo 31: “Si te beneficias de la crítica constructiva serás elegido para hacer parte de la Galería de la Fama”.

 

Toda persona que tenga un corazón honesto, quiera crecer y está abierta a escuchar lo que otros piensan pedirá que la analicen

 

Los beneficios de recibir crítica pueden variar.

 

Número uno: Tornarse sabio y aprender de lo bueno y de lo malo.

 

Segundo: Ganar una poderosa perspectiva porque entendemos la crítica.

 

Tercero:  Beneficiarse del buen juicio porque perseguimos la verdad y no a quien la revela. Tendemos a creer solo lo que nos dicen las personas que más nos agradan sin tener en cuenta que no debemos seguir personajes sino la verdad. No importa de donde proviene, no podemos ponerle etiqueta o arrojarla porque no es manifestada por alguien que no es de nuestro agrado. Si el diablo me dijera la verdad yo la creería.

 

Debemos diferenciar la crítica humana de la de Dios. Una teoría sobre la actitud mental positiva dice que no hay crítica constructiva, que siempre es negativa. Hacer tal afirmación es como decir que no podemos corregir lo que se hizo mal y esto es no tener sentido común.

 

Cuando hay un problema nos pondremos frente a frente con la verdad para que nos haga libres. La intención no debe ser criticar por criticar, sino presentar la verdad y lo que ella hará al obrar.

 

Un crítico es alguien que examina y juzga, por eso no es cómodo para muchas personas aceptar sus juicios que tocan directamente el orgullo de ellas. Si queremos conocer la verdad debemos valorar a quienes tienen el valor de decirnos lo que piensan porque sus palabras pueden contener recomendaciones que nos permitirán mejorar y madurar. Salomón recomendaba escucharlas, estar abiertos para recibirlas y sacar el mejor provecho de ellas. Convirtámonos en buenos oyentes, analicemos lo que nos dicen y agradezcamos a Dios porque existen.

 

Es posible que se trate de algo que necesitemos oír y nuestros amigos nunca tendrán el coraje de decirnos. A lo largo de nuestra vida encontramos personas que sencillamente nos muelen de manera despiadada, pero tal vez lo necesitamos para crecer y mejorar.

 

Cuando la crítica llega debemos preguntarnos si hay algún valor o estándar que estamos violando. Si es así, sometamonos a ese principio o valor y no a la persona que lo expresa.  “Inmensa paz disfruta quienes aman tu Ley”, lo que significa que entendemos y vamos en pos de la Ley de Dios. Ahora no nos sentiremos ofendidos por ella. Si alguien viene a enseñarnos algo que se ajusta a la Ley de Dios, no debemos sentirnos ofendidos.

 

Muchas personas se molestan por cualquier nimiedad, involucran sus emociones y retroceden cuando descomponen su estado de ánimo. Si estamos hechos del material correcto la crítica no nos ofenderá, recibirla y tenerla en cuenta nos ayuda a mejorar.

 

Solicitar la critica también es un ejercicio sano, por ejemplo, que tal si preguntamos a nuestros amigos y familiares qué piensan de nosotros; o cuando dictamos una conferencia, le pedimos a algunas personas del público que nos digan cómo les pareció y cómo lo hicimos. Recomendemos que esta apreciación se haga con honestidad para conocer la verdad sobre el trabajo y así detectar lo que debemos mejorar.

 

Es más fácil para alguien, criticar si se le pide que lo haga, además recibiremos respuestas más cercanas a la verdad y no nos sentiremos mal porque estamos en búsqueda de la verdad para ser mejores. Toda persona que tenga un corazón honesto, quiera crecer y está abierta a escuchar lo que otros piensan pedirá que la analicen.

 

Cuando decidimos asumir el papel de líderes nos exponemos a la crítica porque vamos delante de la gente, por eso debemos ser receptivos y tener la actitud de “inmensa paz goza quienes aman tu ley y nada los ofenderá”. Además, si tenemos liderazgo siempre habrá quien quiera halarnos y bajarnos.