Bienvenidos a Fundamentos para lograr el Éxito, un programa de desarrollo del carácter. Hoy presentamos una guía práctica para aplicar los principios del Reino de Dios, tal como lo enseña el libro de Proverbios, revelando valores de la cristiandad que ayudan a estructurar los negocios, la vida familiar y personal. Esta serie destaca el trabajo de John Schrock, hombre de empresa y director de la Cadena Empresarial La Red, así como autor de estas series.
Encontramos aspectos prácticos en el área de las finanzas en esta parte dos, y empezamos con los principios de ahorrar y sembrar.
Si tenemos la actitud de ahorrar: no desperdiciamos, administramos bien, nos disciplinamos, elaboramos un presupuesto y planificamos.
El ahorro es muy importante en el estilo de vida porque dentro de nuestros objetivos buscamos que las cosas duren y que las obtengamos al mejor precio. Si tenemos la actitud de ahorrar no desperdiciamos, administramos bien, nos disciplinamos, elaboramos un presupuesto y planificamos.
Sembrar es una extensión del principio de la generosidad. Sembrar nos asegura la vida porque todo nuestro futuro se basa en lo que hacemos hoy. Un granjero que no siembre para el año que sigue, no tendrá alimentos para tal año, de igual manera si no sembramos la actitud correcta, sonrisas, inversiones no podemos tener un buen futuro. Siempre será nuestra responsabilidad el tener buenas cosechas ya que estas son consecuencia de lo que hicimos en el pasado.
Los siguientes dos principios están enfocados al dinero mismo.
El primero se refiere a las deudas. Es un tema realmente malentendido. Muchas personas advierten: “No se endeude. No se endeude”. No podemos evitar vivir sin deudas. Debemos la vida a nuestra familia, a Dios, todo lo debemos a alguien. Las deudas no se refieren solamente al dinero y también pueden ser buenas porque nos obligan a ser más responsables y a desarrollar habilidades para hacer buen manejo del dinero.
El siguiente principio trata sobre los codeudores y va de la mano de las deudas. Como hombres de negocios tendremos que enfrentar decisiones para ayudar o para servir de codeudores.
La gente manifiesta sus dudas ante la posibilidad de servir de fiadores. Ciertos principios nos enseñan a no servir de codeudores. Se puede servir de codeudor, pero tenemos que ser muy cuidadosos. No le permitiría este beneficio a alguien sobre quien no tuviera algún grado de autoridad o la forma de asegurarme. Hemos de tener algo para que al firmar en compañía de otro, demuestre nuestra responsabilidad también. Si no queremos pagar la deuda adquirida, debemos hacerle seguimiento y asegurarnos de que sabemos lo que está pasando y protegernos por medio de algún margen de autoridad.
Finalmente miraremos la sombrilla de la prosperidad.
Se trata de una actitud relacionada con nuestra manera de pensar y el derecho que tenemos de disfrutar de la prosperidad. El concepto es malentendido. Algunas personas lo relacionan exclusivamente con tener grandes cantidades de dinero y no es así. Es natural que seamos prósperos porque es el resultado de hacer las cosas correctamente, es un designio de Dios y tenemos que aprenderlo.
De otro lado está el concepto de pobreza, que no es del agrado de Dios porque para él siempre es mejor que seamos prósperos y para ello ha creado un sistema que nos prospera de manera natural.