Dios nos ha dicho que Su casa será llamada “casa de oración”. La oración nos da la oportunidad de acceder a todo lo que Dios tiene para nosotros pero ese “todo” no es nuestra realidad, de modo que ha sido un tema que trae decepción a algunos que los que la hemos intentado.
El orar para traer a nosotros todas las promesas de Dios es algo que se aprende
Los discípulos pidieron a Jesús que les enseñara a orar, y Él lo hace a través de todo su ministerio.
Nos proponemos revisar todos los elementos contenidos en la palabra que harán que nuestra oración tenga poder para con Dios, que prevalezca, es decir, que sea contestada.
El resultado será que tengamos una comunión viva y eficaz con el Padre. Que traigamos las promesas de Dios del cielo a la tierra. Que el poder del cielo sea viniendo a la tierra.
Venga con nosotros a conocer los procederes de Dios (Sus caminos) como Padre, amigo y Juez en la oración, a entenderlo y conocerlo, porque esa es nuestra gloria.