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Vi esta iglesia dentro de cuatro paredes y ustedes adoraban y alababan al Señor; la gente estaba feliz, danzaba, y las paredes no tenían puertas. No había salida, había una entrada pero no había salida y de pronto… hubo una salida. Un gran arco se abrió en una de las paredes, y a medida que se abría, al mismo tiempo hubo una vid que se plantó en medio del edificio. Cuando ustedes adoraban y tenían las manos levantadas para alabar al Señor, la vid creció de las personas. La vid no creció del suelo… creció de las personas.
La tarea que nos fue dada (visión) señala que nos transformaremos y entonces llevaremos fruto maduro para que cientos y miles vengan y lo coman. Quienes coman, también comerán la semilla pues en el fruto se encuentra la semilla. Algunos de los que coman del fruto (y su semilla) serán enviados afuera para alcanzar a otros.
¿Cómo los alcanzarán? Llevando a esas personas a un proceso de transformación para lo cual les enseñarán tanto sabiduría espiritual como sabiduría práctica.
Mostramos los países y entidades a los que llevamos presencialmente, en los últimos 25 años, el proceso de transformación cultural. En todos ellos pudimos comprobar el alto impacto que causa este tema en toda persona; sobrepasando continentes, idiomas, culturas, condiciones económicas, edades, género, color de piel … son universales.
«La transformación ha de ser el objetivo del desarrollo humano, la labor de un liderazgo de influencia»
En los últimos 25 años hemos llevado presencialmente el conocimiento de Principios y Valores Universales a 17 naciones y diversos públicos para crear una atmósfera de transformación en ellos. Todo lo aprendido lo disponemos aquí para usted.
La transformación consiste en un intercambio de naturalezas: nos despojamos de la naturaleza egoísta para tomar, a cambio, una nueva naturaleza que se entrega a llenar vacíos (necesidades) en los demás y a entenderlos. Esta última forma de vida está en Dios y El desea que sea también la nuestra. Nos la da gratuita e inmerecidamente siempre y cuando deseemos recibirla.
Cada uno de nosotros tiene esta impronta: “Hecho para transformarse”. La transformación del individuo causará que las comunidades sean sanas y productivas en una atmósfera de confianza y seguridad … verdadera calidad de vida.
Por esto … con alegría sincera le decimos: ¡ BIENVENIDO ¡
Gonzalo E Valderrama
Presidente Fundador